Cuento: "El saco de carbón"

Una tarde, un niño volvió del colegio muy enfadado a casa . Nada más entrar, tiró la mochila de mala manera, y empezó a insultar a voces a su amigo:
-¡Me gustaría que se muriera!, ¡es un cerdo!, ¡le querría matar!.....
-El padre, un profesor, acostumbrado a solventar problemas entre chicos, estaba corrigiendo ejercicios en una mesita. Le miró, y sin decir ni una palabra, se levantó, se fue al jardín, abrió un armarito que había, al lado de la leñera, y sacó un pequeño saco de carbón para encender la chimenea, lo cogió y lo colocó en la parte de atrás del jardín, y le propuso:
-¿Ves aquella camisa blanca, que está colgada en la cuerda del tendedero? Piensa que es tu amigo, el que te ha humillado, y ha mentido para que le pongan buenas notas a él con tu trabajo.
-Imagínate que él es esa camisa blanca, y cada cosa mala que le quieras decir, dila, cogiendo un pedazo de carbón, y lanzándole contra la camisa, hasta que se te acabe el saco.
-El niño, sorprendido, empezó a lanzar carbón primero con timidez, pero poco a poco se fue animando, hasta acabar cansadísimo, y con el saco vacío.
-El padre, volvió junto a él, y le preguntó:
-¿Te sientes mejor? .
-Sí, un poco cansado, pero estoy mucho mejor….
-El padre le dijo, ven, mira que sucia está la camisa. El niño miró de cerca la camisa, y vió que tenía bastantes tiznones de carbón.
-Ahora, ven al espejo, y mírate tú.
- ¡Qué horror!. El niño, no podía dar crédito a lo que veía, estaba todo negro, se había tiznado la cara los brazos, la ropa, todo, solo se distinguían, sus ojos y sus dientes. Entonces, el padre le dijo:
-Te habrás dado cuenta, de que la camisa, quedó un poco sucia, pero no se puede comparar a como quedaste tú.

 El rencor es un veneno que nosotros nos tomamos esperando que solo le haga daño al otro......